lunes, 2 de mayo de 2011

Por qué celebrar la cruz

Celebramos y adoramos la cruz
porque está empapada
con la Sangre
del Cordero de Dios.


¿Por qué celebrar la cruz? Con toda seguridad, un no-cristiano podría, extrañado, hacer esta pregunta, al enterarse de que “celebramos” la cruz, es decir, de que festejamos, litúrgicamente, la cruz, y estaría justificado en su extrañeza: a los ojos del mundo, la cruz es un instrumento de escarnio, de humillación, de tortura, de muerte; es el lugar reservado a los criminales, a los que han cometido delitos; es el instrumento para la muerte más atroz que se pueda concebir para un ser humano. Y es tan cruel, que ha sido dejado de lado, incluso por aquellos que aplican penas crueles.

¿Por qué celebrar la cruz?, nos volvería a preguntar este prójimo nuestro, no-cristiano, extrañado, y justificado en su extrañeza. Y podríamos decir que, en un primer momento, deberíamos justificarlo en su extrañeza, porque la cruz, vista con ojos humanos, es instrumento de tortura, de humillación y de muerte.

Pero Dios “hace nuevas todas las cosas” (Ap 21, 5), y en la cruz, por su omnipotencia divina, y por su infinito amor, hace nuevo todo, convirtiendo la cruz, de instrumento de humillación, en escuela de humildad; de instrumento de tortura, en lugar de delicias; de cadalso que conduce a la muerte, en portal de vida eterna y de feliz eternidad. Cristo Dios transforma la cruz con su poder y la convierte, de lugar de humillación del hombre, en árbol victorioso de triunfo sobre sus enemigos, y es por esto por lo cual celebramos la cruz.

Entonces, si alguien, con mentalidad mundana, nos pregunta: ¿por qué celebrar la cruz?, le respondemos:

-Porque en la cruz fue derrotado el infierno;

-Porque en la cruz fue vencido el mundo;

-Porque en la cruz fue destruida la carne;

-Porque en la cruz nacimos a la vida de hijos de Dios;

-Porque en la cruz se nos dio a la Virgen por Madre;

-Porque en la cruz el Hombre-Dios entregó su Cuerpo y derramó su Sangre por nosotros;

-Porque en la cruz se borraron nuestros pecados, con la Sangre del Cordero de Dios, y fuimos hechos hijos de Dios;

-Porque en la cruz se abrió para los hombres algo infinitamente más grande que el cielo, el Corazón del Salvador, de donde se derramó sin límites el océano infinito de Amor eterno en él contenido;

-Porque de la cruz salió la luz eterna de Dios Trino, que iluminó los cielos, la tierra y el infierno;

-Porque en la cruz triunfó para siempre el Amor divino;

-Porque por la cruz se nos entrega en Persona Dios Hijo;

-Porque en la cruz fueron borrados nuestros pecados para siempre y se nos concedió la gracia, que nos hace participar de la vida, de la alegría y de la compañía de las Tres Divinas Personas.

-Porque la cruz está empapada en la Sangre del Cordero de Dios;

-Y todo esto por lo que celebramos la cruz, se renueva cada vez en la Santa Misa, en la Eucaristía, y por eso también celebramos la Eucaristía.

Por todo esto celebramos, festejamos, y adoramos la cruz.

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