“La gente lo andaba buscando” (cfr. Lc 4, 38-44). Jesús cura enfermos imponiéndoles las manos, y expulsa demonios, que atormentan a los hombres. Por una y otra acción, demuestra su poderío, su señorío, su majestad, y por una y otra acción, curación y exorcismos, devuelve la calma y la paz a quienes las habían perdido, ya sea por la enfermedad, o por la acción perturbadora del demonio.
“La gente lo andaba buscando”, dice el evangelio. ¿Por qué lo buscaba la gente?
Del contexto de las escenas descritas por el evangelista, deducimos que la gente lo buscaba porque
La gente busca a Jesús, sí, pero lo busca no por lo que Jesús es, sino por lo que Jesús da. La gente no busca a Jesús –o a sus santos- por lo que Jesús es, Dios Tres veces Santo, Dios de majestad infinita, Dios omnipotente,
La gente busca a Jesús no porque Él sea
La gente busca a Jesús porque les da bienestar, porque los hace sentir bien, sin enfermedades, y porque les aleja la presencia molesta del demonio, pero no lo busca por que es, sino por lo que da.
Muchos en
No seamos egoístas e interesados; no busquemos a Jesús por sus beneficios, sino por el interés de conocerlo y amarlo como al Hombre-Dios, como a Dios hecho Hombre sin dejar de ser Dios, que viene a este mundo en
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