“Todos los odiarán por causa mía” (cfr. Lc 21, 12-19). Es el odio del paganismo y del neo-paganismo, un odio que no se explica por las meras pasiones humanas, puesto que se trata de un odio preternatural, originado en la voluntad perversa y diabólica del ángel caído.
Nuestro mundo actual crece, día a día, minuto a minuto, en el rechazo de Dios Trino y de Jesucristo, y esto se puede ver en la práctica totalidad de las manifestaciones de la cultura y del pensamiento del hombre: en el cine, en la televisión, en Internet, en los espectáculos, en la música, en los entretenimientos, en las leyes contrarias a la vida y a la naturaleza humana.
Cada vez más, la sociedad se vuelca hacia el neo-paganismo propiciado por
La persecución actual no es tanto la cruenta, que sí existe, sobre todos en países en donde el Islam es la religión mayoritaria y en donde impera la “sharia” o ley islámica; la persecución contra
De continuar este ritmo de crecimiento, el neo-paganismo y el luciferianismo no tardarán en colisionar, esta vez sí cruentamente, contra
Para cuando eso suceda, y también desde ahora, el cristiano debe tener en mente dos cosas: la primera, que el Infierno jamás triunfará sobre
“Todos los odiarán por causa mía”. Si en el final de los tiempos la gran mayoría de los hombres estarán poseídos por Satanás y actuarán, movidos por el odio y comandados por el Anticristo, contra
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