(TC
- Ciclo B – 2018)
“Vendrán
días en que se les quitará el esposo y entonces los invitados a las bodas
ayunarán” (cfr. Mt 9, 14-15). Los
discípulos de Juan se acercan a Jesús y, extrañados por el hecho de que no
ayunen “como ellos y los judíos”, le preguntan a Jesús: “¿Por qué tus
discípulos no ayunan, como lo hacemos nosotros y los fariseos?”. Jesús les
responde de una manera enigmática, con otra pregunta: “Jesús les respondió: “¿Acaso
los amigos del esposo pueden estar tristes mientras el esposo está con ellos?
Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán””. La
respuesta de Jesús se entiende cuando se hace la traslación de las realidades
terrenas señaladas –esposo y amigos, presencia del esposo, ausencia del esposo,
ayuno-, con las realidades sobrenaturales por estas significadas –el esposo es
Él, Esposo de la Iglesia Esposa; discípulos; vida terrena de Jesús; muerte en
la cruz; ausencia visible de Jesús; dolor interno por su muerte en cruz-.
“Vendrán
días en que se les quitará el esposo y entonces los invitados a las bodas
ayunarán”. La profecía de Jesús se cumplirá cuando Él sea arrestado,
enjuiciado, condenado a muerte y crucificado el Viernes Santo. Allí comenzará
el ayuno de los amigos del Esposo, es decir, los bautizados en la Iglesia Católica.
Ayuno que se prolongará hasta que el Esposo regrese, en el Día del Juicio
Final, para juzgar a vivos y muertos.
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