“Hay alegría entre los ángeles por cada pecador que se
convierte” (Lc 15,1-10). ¿Por qué los
ángeles se alegran cuando un pecador se convierte? Porque significa que esa
persona abandonó el camino de la perdición, que lo conducía a la eterna
condenación y encontró el camino que lo lleva al cielo, el Camino Real de la
Cruz, el Via Crucis. Los ángeles se alegran por la conversión de los pecadores
porque significa que hay potencialmente menos habitantes en el Infierno y más
moradores del Reino de Dios; los ángeles se alegran cuando se convierte un
pecador porque quiere decir que un alma menos dejará de ofender a Dios Trinidad
y a su divina majestad y comenzará a glorificarlo con su propia vida; los
ángeles se alegran cuando se convierte un pecador porque eso significa que hay
un integrante más para la Iglesia Militante y uno menos para la Iglesia
Apóstata, la Iglesia que pacta con el mundo; los ángeles se alegran cuando se convierte
un pecador porque eso significa más oración, más penitencia, más ayunos y por
lo tanto más flujo de gracia entre el Cuerpo Místico de Cristo; los ángeles se
alegran cuando se convierte un pecador porque eso significa que habrá más
adoración eucarística y más ofrecimientos de la propia vida a Cristo que por
nosotros se ofrece en el Santo Sacrificio del altar, la Santa Misa; los ángeles
se alegran cuando se convierte un pecador porque eso significa menos mundanismo
y más vida de la gracia; menos ofensas a Dios Trinidad y más alabanza,
adoración y acción de gracias a Dios Uno y Trino y a su Mesías.
“Hay alegría entre los ángeles por cada pecador que se
convierte”. Si los ángeles se alegran por los pecadores que se convierten,
también se entristecen por los justos que caen en pecado. Si nos encontramos en
este grupo, no dudemos en acudir prontamente al Sacramento de la Confesión,
para que la alegría de los ángeles sea completa.
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