“Antes que naciera Abraham, Yo Soy” (Jn 8,
51-59). La frase de Jesús se comprende mejor cuando se considera que los
judíos, que eran el Pueblo Elegido para ser depositarios de la verdad acerca de
Dios, eran la única nación monoteísta, rodeada por pueblos politeístas. Los judíos
eran los únicos que creían en Dios Uno, porque Dios así se los había revelado,
como también les había revelado el Nombre con el que Dios mismo quería ser
llamado: “Yo Soy”. Al decirles Jesús “Antes que naciera Abraham, Yo Soy”, les está
diciendo que Él es ese Dios a quien ellos llaman “Yo Soy”. Es decir, Jesús se auto-revela
a los judíos como el Dios Uno en el que ellos creían y al que ellos llamaban “Yo
Soy”, aunque ahora Jesús completa la auto-revelación de Dios, manifestando a
los judíos que Dios es Uno en naturaleza y Trino en Personas, porque Él se
declara Dios Hijo de Dios Padre y declara además que Él, Dios Hijo, enviará
junto a Dios Padre, a Dios Espíritu Santo, una vez que se haya cumplido su
misterio salvífico de Muerte y Resurrección. Es decir, los judíos fueron
elegidos para conocer la verdad sobre Dios; en un primer momento, recibieron la
revelación de que Dios era Uno y por eso eran el único pueblo monoteísta de la
antigüedad, pero cuando reciben la revelación, de parte de Dios en Persona, Jesucristo,
de que Dios, además de Uno, es Trino en Personas, entonces rechazan esa revelación,
negando la condición divina de Jesús, negando que Jesús sea Dios Hijo, el Hijo
de Dios encarnado y negando por lo tanto la revelación que Dios les hace en
Persona, de que Dios es Uno y Trino, negando la Trinidad de Personas en el
Único Dios verdadero. Esta negación tendrá funestas consecuencias, porque al
rechazar la revelación de Jesús como Dios Hijo, lo acusarán falsamente de
blasfemia, al hacerse pasar por Dios y lo condenarán a muerte, convirtiéndose
así en los viñadores homicidas y dando lugar a que surja un Nuevo Pueblo Elegido,
los integrantes de la Iglesia Católica, incorporados a Cristo por medio del
Bautismo sacramental.
“Antes que naciera Abraham, Yo Soy”. Si los judíos
eran los destinatarios de la revelación completa sobre Dios, Uno y Trino,
además de ser los elegidos para recibir a Dios Hijo encarnado, ahora es la Iglesia
Católica la que forma el Nuevo Pueblo Elegido, porque es la Iglesia Católica la
que cree firmemente en las palabras de Cristo acerca de Dios como la Santísima
Trinidad y es la Iglesia Católica la que cree que Cristo, Dios Hijo, se ha
encarnado para la salvación de la humanidad. Pero además de esto, es la Iglesia
Católica la que proclama que Cristo, Dios Hijo encarnado, prolonga su
Encarnación en la Eucaristía, porque cree que Cristo Dios está en Persona en la
Eucaristía. Por esto mismo, Jesús nos dice a nosotros, desde la Eucaristía, lo
mismo que les dice a los judíos: “Antes que naciera Abraham, Yo Soy”. Como Iglesia Católica, como Nuevo Pueblo Elegido, creemos firmemente que Jesús ES,
en la Eucaristía, el Dios que era, que es y que vendrá.
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