miércoles, 12 de octubre de 2022

“Cuando vuelva el Hijo del hombre, ¿encontrará fe en la tierra?”

 


(Domingo XXIX - TO - Ciclo C – 2022

         “Cuando vuelva el Hijo del hombre, ¿encontrará fe en la tierra?” (Lc 18, 1-8). Con su pregunta, Jesús nos lleva a considerar dos temas centrales de nuestra fe católica: el primero, es la cuestión de su Segunda Venida en la gloria, al fin del mundo; el segundo, es el estado de apostasía generalizada y universal en el que se encontrará la Iglesia Católica precisamente antes de su Segunda Venida.

         Que Jesús ha de venir al fin del tiempo, en el Día del Juicio Final, para juzgar a vivos y muertos, para dar a los buenos el Reino de Dios y a los malos el Infierno eterno, es una verdad de fe, un dogma de nuestra fe, dogma sin el cual nuestra fe se adultera a tal punto de convertirse en otra fe distinta, que no es la católica. En el Día del Juicio Final, Jesús vendrá, pero no como la Primera Vez, en el silencio y en el desconocimiento casi absoluto de su Venida: cuando venga como Justo Juez, será visto por todas las naciones de la tierra, por toda la humanidad de todos los tiempos, desde Adán y Eva hasta el último ser humano que haya nacido en el tiempo; es decir, será visto por todos los hombres y todos los hombres comparecerán ante Él y será Él, el Hijo de Dios, la Segunda Persona de la Trinidad, quien dará a cada uno lo que cada uno libremente mereció con sus obras libremente realizadas: para los que obraron el bien y murieron en gracia, les dará el Reino de Dios, para siempre; para los que obraron el mal y murieron en pecado mortal, los arrojará al Reino de las tinieblas, el  Infierno, también para siempre. Ahora bien, antes de su Segunda Venida, nos enseña el Catecismo que reinará sobre toda la humanidad, mediante un Gobierno Mundial y una única Religión Mundial falsa, el Anticristo, quien instaurará su dictadura de terror y de maldad hasta que Nuestro Señor Jesucristo lo derribe con un soplo de su boca.

         El otro aspecto que se nos presenta para la reflexión es el estado espiritual de la Iglesia Católica, la única iglesia verdadera del Único Dios verdadero: la pregunta de Jesús acerca de si Él encontrará fe sobre la tierra, anticipa y profetiza la apostasía generalizada y universal de la Iglesia Católica al momento de su Segunda Venida, apostasía que se caracterizará no por una falta de fe, sino por una fe adulterada, invertida, en la que los católicos que se dejen engañar, adorarán a un falso cristo, el Anticristo, quien se hará pasar por Cristo y la apostasía se caracterizará además no por el abandono de la Iglesia, sino por la construcción de una falsa iglesia católica, que quitará todo lo sobrenatural y divino de la verdadera iglesia católica y la reemplazará por una iglesia católica falsa, guiada por el Falso Profeta, una iglesia que negará todo lo sobrenatural, los milagros de Jesús y sobre todo negará la Presencia real, verdadera y substancial de Nuestro Señor Jesucristo en la Eucaristía, además de caracterizarse por la despreocupación de la salvación eterna de las almas, por la ausencia de la prédica sobre los Mandamientos de Dios y la necesidad de observarlos para no caer en el Infierno y por un falso ecumenismo, por una idolatría neo-pagana -como la Pachamama- y por pretender complacer al mundo y no a Dios, por lo que será esta falsa iglesia una esclava no de Dios sino de Satanás, y hará todo lo posible para cumplir la denominada “Agenda 2030”, en la que el aborto, la eutanasia, el libertinaje sexual y el pecado en general, serán vistos como buenos y como queridos por Dios, lo cual constituye un pecado de enorme blasfemia, porque Dios no puede nunca querer positiva y explícitamente el mal para sus hijos.

“Cuando vuelva el Hijo del hombre, ¿encontrará fe en la tierra?”. Si no frecuentamos los Sacramentos, sobre todo la Confesión sacramental frecuente y la Sagrada Eucaristía al menos los días de preceptos; si no hacemos adoración eucarística, si no rezamos el Santo Rosario todos los días, no tendremos la luz divina necesaria para distinguir al Anticristo del verdadero Cristo y seremos engañados por la tríada satánica, la Bestia, el Anticristo y el Falso Profeta. Frecuentemos los Sacramentos, hagamos oración, penitencia y obras de misericordia, para no dejarnos engañar por el Anticristo y así, cuando regrese Cristo por Segunda Vez, lo reconoceremos y, por su infinita misericordia, seremos contados entre los que salvarán sus almas para la eternidad en el Reino de Dios.

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