(Ciclo
A – 2017)
La Sagrada Familia de Jesús, José y María, es ejemplo y
modelo de vida y de santidad para toda familia humana, para todos los tiempos,
para todas las razas, para todo credo. La Sagrada Familia es modelo y es
ejemplo insustituible en dos aspectos esenciales: en cuanto a la constitución
de la familia humana y en cuanto a la santidad de sus integrantes. El modelo
que propone la Sagrada Familia –papá-varón, mamá-mujer, hijo natural o
adoptado, producto del amor conyugal-, se opone al modelo familiar múltiple,
que también pretende ser universal, propuesto por la ideología de género. Según
esta ideología, la familia humana puede estar formada por múltiples modelos y
no por uno solo, como el de la Familia de Nazareth. Para la ideología de
género, toda combinación posible puede llamarse “familia” y es factible desde
el momento en que es posible: según esta ideología, se llama “familia” a la
unión entre dos varones, dos mujeres, dos transexuales, dos transgéneros; y en
cuanto a los hijos, estos pueden ser concebidos de modo natural, o artificial,
utilizando cualquier técnica artificial de fecundación y procreación, como FIV,
alquiler de úteros, etc.
Es
decir, la Sagrada Familia se presenta como un modelo de familia, único, de
validez universal, frente al anti-modelo de familia propuesto por la ideología
de género, que también pretende ser homogéneo y universal. Sin embargo, la
Iglesia afirma que solo el modelo familiar de la Sagrada Familia es el único
posible, por lo que, frente a esta rotunda afirmación por parte de la Iglesia,
podríamos preguntarnos: ¿cuál es la razón de esta validez universal? Es decir,
¿por qué motivo la Sagrada Familia es modelo y ejemplo para toda la raza
humana, sin distinción de credos, razas, épocas y el único modelo posible?
Podemos
responder que una primera razón radica en Aquel que ideó a la Sagrada Familia, que
es Dios mismo: Quien ideó a la Sagrada Familia fue Dios, Él fue quien eligió
una madre-mujer y un padre-varón para que fueran sus progenitores en la tierra,
cuando llegara el momento de la Encarnación; fue Dios en Persona quien eligió a
la Virgen, mujer, como Madre suya y a San José, varón, como a su Padre
adoptivo; fue Dios en Persona quien decidió que el lugar en la tierra más
similar al cielo, en cuanto a similitud de amor circulante entre las personas,
era la familia formada por un papá-varón y una mamá-mujer y el hijo, como fruto
del amor esponsal.
Otra
razón de su validez universal como ejemplo y modelo radica en el hecho de que
la Sagrada Familia representa el summum
de la perfección para toda familia humana, tanto en su ontología –su “ser”
familia- y en su espiritualidad –en su santidad-. Esto quiere decir que, tal
como está constituida –papá-varón, mamá-mujer, hijo que es fruto del amor
esponsal, aunque San José es esposo legal de María y padre adoptivo del Niño
Dios- y en razón de la santidad de sus integrantes –Jesús es Dios Hijo y por lo
tanto, la santidad increada en sí misma; la Virgen y Madre de Dios es la
Santísima Virgen María, concebida sin mancha de pecado y llena de gracia; San
José es el Varón casto, puro y virgen, lleno él también de gracia y de vida
divina-, la Familia de Nazareth es el lugar terreno y el modelo humano en el
que se actualiza, se perpetúa y se prolonga, entre las personas que forman el
núcleo familiar, la circulación del Amor de Dios, el Espíritu Santo, así como
este mismo Amor circula, como en círculos de flujo continuo e ininterrumpido,
entre las Personas Divinas de la Trinidad. En otras palabras, si podemos decir
que la Santísima Trinidad es “como una familia”, en el sentido de que está
formada por personas –las Tres Divinas Personas- unidas por el Amor –el Amor de
Dios, el Espíritu Santo-, la Sagrada Familia de Nazareth es la prolongación, en
la tierra, de esta familia trinitaria, ya que está formada por personas –San
José, la Virgen y el Niño-, entre las cuales circula el Amor de Dios, el
Espíritu Santo, y es a esto a lo que el Papa Juan Pablo II se refería cuando
llamaba a la Familia de Nazareth la “Trinidad terrena”. No hay ninguna
estructura humana, que refleje a la perfección a la Trinidad Santísima, como la
Trinidad terrena, que es la Familia de Nazareth, formada por Jesús, José y
María. Pero la Sagrada Familia no solo refleja a la Trinidad, sino que comunica
de la santidad de las Tres Divinas Personas a todos los integrantes de las
familias humanas, con lo cual la Familia de Nazareth es fuente de salvación
para los hombres.
Estas
son, entonces, las dos razones por las que la Familia de Nazareth es el modelo
y ejemplo insuperable de vida y santidad: porque es la Trinidad terrena y
porque es fuente de eterna salvación.
En
una época en la que la humanidad, llevada por la ideología de género, llama
“familia” a uniones contrarias a la naturaleza humana –por ejemplo, las uniones
formadas por dos varones, dos mujeres, dos transexuales, o uniones en las que
el hijo se obtiene por FIV y alquiler de útero, etc.-, es más imperioso que
nunca, por el bien y la supervivencia misma de la raza humana, no solo dejar de
lado de manera categórica a la ideología de género, sino tomar como único
ejemplo de modelo familiar, de vida y santidad, a la Sagrada Familia de
Nazareth.
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