sábado, 29 de diciembre de 2018

Fiesta de la Sagrada Familia



(Ciclo C - 2018 – 2019)

         Con el Nacimiento virginal del Niño Dios, el matrimonio meramente legal de María y José se convierte en una familia, la cual no es una familia más, sino la “Sagrada Familia”. Es “Sagrada” porque en esta familia de Nazareth todo es santo y todo en ella irradia santidad.
         La Sagrada Familia es santa porque el Padre del Niño, San José, es santo, porque él, en cuanto Padre adoptivo de Jesús, participa de la santidad de su Hijo, que es Dios, de manera particular y especialísima, en grados indeciblemente más altos de gracia que cualquier padre y cualquier santo de la tierra. San José no sólo es varón santo, casto, puro, virgen, sino que además es santo porque al ser Padre adoptivo de Jesús, participa de la paternidad divina de una manera única y especial, pues si bien la paternidad es una participación en la paternidad de Dios, el grado alcanzado por San José en su paternidad adoptiva sólo es superado por Dios Padre. Por esta razón, San José es modelo de santidad para todo varón, para todo esposo, para todo padre, porque él fue elegido por Dios Padre para cumplir su rol paterno en la tierra, sobre el Hijo de Dios encarnado.
         La Sagrada Familia es santa porque la Madre del Niño, María Santísima, es Virgen y Madre a la vez, porque al nacer el Niño, dejó intacta la virginidad de su Madre, ya que nació del mismo modo a como un rayo de sol atraviesa un cristal: así como el rayo de sol deja intacto al cristal, que sigue siendo el mismo antes, durante y después del paso del rayo del sol, así la Virgen Santísima, estando Ella arrodillada y al salir de la parte superior de su abdomen, no un rayo de sol, sino el Sol de justicia en sí mismo, Cristo Jesús, permaneció intacta en su virginidad, obteniendo el doble privilegio, jamás antes ni después concedido a creatura alguna, de ser Madre y Virgen a la vez. La Madre del Niño es Virgen y Madre y es la Mediadora de toda gracia que necesite alcanzar cualquier alma y por eso es santa y causa de santidad. La Virgen, la Madre de esta Sagrada Familia, es modelo y ejemplo insuperable para toda mujer, para toda esposa, para toda madre.
         Por último, la Sagrada Familia es santa porque el Niño de la Sagrada Familia no es sólo un niño santo, sino que es Dios Tres veces Santo, encarnado en el seno purísimo de María y nacido virginalmente en el Portal de Belén. Él Es la Gracia Increada y por lo tanto es la Santidad Increada en sí misma; el Niño de la Sagrada Familia es la Vida Increada; es la Gloria de Dios encarnada; es el Amor y la Misericordia Divinas que vienen a nuestro mundo en la forma de un niño humano. Nadie puede ser santo, si no lo santifica el Niño de Belén; nadie puede alcanzar ni el más pequeño grado de santidad, si no es por participación a la santidad del Niño del Pesebre; nadie puede ser santo, si el Niño Dios no le participa de su santidad, porque Él es la santidad en sí misma. El Niño Dios es modelo y ejemplo de santidad para todo niño, para todo joven, para todo hijo, que desee honrar a sus padres y alcanzar el cielo.
         Por estas razones, todo en la Familia es Santo y Sagrado, porque el Padre adoptivo y la Madre son santos y porque el Hijo de la Familia es Dios Tres veces Santo. Si quiere llegar al cielo, toda familia católica debe tener, por modelo y fuente de santidad, a la Sagrada Familia de Nazareth. En estos tiempos, en los que el mundo llama “familia” a cualquier clase de unión entre humanos, la Iglesia presenta a la Sagrada Familia como el único modelo posible de familia. Si el mundo, desafiando a Dios, presenta modelos mundanos de familias, para la Iglesia hay sólo un modelo posible de familia y es la Sagrada Familia de Nazareth.

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