lunes, 14 de septiembre de 2020

Exaltación de la Santa Cruz

 Exaltación de la Santa Cruz - Wikipedia, la enciclopedia libre

          ¿Por qué los cristianos exaltamos la Cruz, si esta es un instrumento de tortura? En efecto, si bien no fue inventada por los romanos, pues existía mucho antes que ellos, la cruz fue considerada siempre como un instrumento de tortura, humillación y muerte; en el caso de los romanos, que la extendieron por todos sus lugares de conquista, la cruz servía de advertencia para aquellos que osaran desafiar el poder del Imperio Romano. Dejaban a los crucificados a la vera del camino, para que los pasantes pudiesen comprobar, con sus propios ojos, cuál era el destino cruel de muerte y humillación extrema que les esperaba a quienes se opusieran a sus planes de conquista imperial. Dicho esto, volvemos a preguntarnos: ¿por qué lo cristianos exaltamos, veneramos e incluso adoramos, un signo considerado por excelencia como elemento de tortura, de humillación extrema y de muerte dolorosísima?

          La razón la obtenemos cuando contemplamos no cualquier cruz, sino la Cruz de Nuestro Redentor Jesucristo. Cuando Jesús muere, siendo Él el Hombre-Dios, cambia, con su omnipotencia, sabiduría y amor divinos, el sentido de la Cruz. Si la Cruz era para los hombres signo y símbolo de desesperación de tortura y de muerte, Cristo en la Cruz cambia este sentido y convierte a la Cruz en signo y símbolo de esperanza, de alivio y de vida, porque Él convierte a la Cruz, de camino seguro de muerte terrena, en Camino Real que conduce al Cielo; si la Cruz significaba muerte para los hombres, Cristo, al morir en Cruz, le cambia el significado y a cambio de su muerte en Cruz, nos concede su Vida divina, vida que es eterna e infinita; si la Cruz era para los hombres lugar de tortura, Jesús la convierte en lecho de descanso, de paz y de seguro camino al Cielo. Por último, hay algo en lo que los hombres y Jesús coinciden en cuanto a la Cruz: tanto para unos como para otros, la Cruz es lugar de muerte, pero mientras para los hombres es lugar de muerte terrena, en medio de dolores crueles, para Cristo, que le cambia el sentido, es el lugar en el que, unido a Él, el hombre muere al hombre viejo, muere a la vida terrena, para nacer a la vida de la gracia, a la vida de los hijos de Dios, vida que se caracteriza por la serenidad, la paz y la alegría de aquellos a quienes Dios adopta, en la Cruz, como hijos suyos.

          Por último, la Cruz de Cristo está bañada, empapada, con la Sangre del Cordero de Dios, Cristo Jesús y esta es la razón por la cual nosotros los cristianos adoramos la Cruz, porque adoramos la Sangre Preciosísima del Cordero de Dios derramada en el Santo Sacrificio del Calvario, para nuestra salvación. Por todas estas razones y por muchas más, es que nosotros, los cristianos, exaltamos, veneramos y adoramos la Santa Cruz, en la tierra, en el Santo Sacrificio de la Misa, que es la renovación incruenta del Santo Sacrificio del Calvario y en los siglos sin fin en el Reino de los cielos, donde la Santa Cruz de Jesús resplandece con la gloria divina por toda la eternidad.

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