miércoles, 3 de mayo de 2023

“Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida”

 


(Domingo V - TP - Ciclo A – 2023)

         “Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn 14, 1-12). En estos tiempos en los que parecen predominar las falsas teorías de un falso ecumenismo, según las cuales todas las religiones son iguales, todos adoramos a un mismo Dios, todos vamos al Cielo y nadie va al Infierno, sin importar si creamos o no creamos, la Iglesia Católica, sobre la base de las palabras de su Fundador, Nuestro Señor Jesucristo, se presenta a sí misma ante el mundo, como la Única y Verdadera Iglesia, del Único y Verdadero Dios.

         Uno de los argumentos que utiliza la Iglesia Católica es precisamente esta declaración de Jesucristo: “Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida”.

         Jesús es el Camino, el Único Camino que conduce a algo que es infinitamente más hermoso que el Reino de los cielos, a algo que es infinitamente más maravilloso que todos los cielos juntos y es el seno de Dios Padre. Jesús nos conduce al Padre, porque Él proviene del Padre, porque Él y el Padre son “una misma cosa”, Él y el Padre comparten, con el Espíritu Santo, el Amor Divino, un mismo Acto de Ser divino trinitario. Y precisamente, el motivo de la Encarnación del Verbo, de Jesús, la Segunda Persona de la Trinidad, que procede del Padre, es conducirnos, por el Espíritu Santo, al Padre, para que allí residamos por toda la eternidad. No hay otro camino para llegar al Padre que no sea Jesucristo, Quien desde la Cruz nos espira el Espíritu Santo para que, en el Amor Divino seamos llevados, en el Hijo, al Padre.

         Jesús es la Verdad Última, la Verdad sobrenatural, la Verdad Absoluta, la Verdad Total acerca de Dios, de su naturaleza y de su ser divino. Hasta Jesús, los judíos eran los poseedores de una parte de la verdad acerca de Dios, puesto que los judíos sabían, por revelación divina, que Dios era Uno y no había muchos dioses sino Uno solo y por eso eran el único pueblo monoteísta de la Antigüedad. A partir de Jesucristo, que es la Sabiduría del Padre, Dios se auto-revela no solo como Dios Uno, sino como Uno y Trino, es decir, como Uno en naturaleza y Trino en Personas, las Personas del Padre, del  Hijo y del Espíritu Santo, las cuales participan de la única naturaleza divina y del único Ser divino trinitario. No hay otra Verdad acerca de Dios que no sea la que revela Nuestro Señor Jesucristo, Verdad que es enseñada desde hace siglos por el Magisterio y la Tradición de la Iglesia Católica.

         Jesús es la Vida, pero no esta vida humana que por naturaleza tenemos, sino que Él es la Vida Divina, la Vida misma de la Trinidad, Vida verdadera y absolutamente divina, celestial, Vida Increada y Eterna, Vida vivificante, que da la vida divina a todo aquel que recibe a Jesús con fe, con amor y con piedad, Vida que brota del Ser divino trinitario como de una Fuente Inagotable.

         “Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida”, les dice Jesús a sus discípulos; “Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida”, nos dice a nosotros desde la Eucaristía, porque Él en la Eucaristía está vivo, glorioso y resucitado, en Persona y en la Eucaristía es el Camino que nos conduce al Padre, es la Verdad Absoluta acerca de la Dios Trinidad y es la Vida Eterna que se nos comunica en cada comunión. Por esta razón, la Iglesia Católica es la Única Iglesia Verdadera del Único Dios Verdadero; cualquier otra religión, no es más que invento humano o, peor aún, del Ángel caído.

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