“¡Hipócritas!
Saben discernir el clima pero no los signos de los tiempos” (Lc 12, 54-59). El llamado de atención de
Jesús a sus discípulos, es actual y es también para nosotros: hoy más que
nunca, se pueden predecir los cambios climatológicos con suma precisión, mucho
más que en la Antigüedad, pero al mismo tiempo, no sabemos –o no queremos-
discernir los signos de los tiempos. Jesús nos reprocha que, si vemos que hay
nubes oscuras en el cielo y comienza a soplar viento, sabemos que se acerca una
tormenta, pero no sabemos discernir las señales que nos avisan acerca de lo que
sucede en el mundo espiritual, y seguimos como si nada. Si alguien supiera que
se acerca un huracán o un terremoto, y no hace nada por alertar a sus hermanos,
ese tal sería considerado como insensible ante lo que se avecina, y eso es lo
que Jesús nos quiere decir.
¿Cuáles
son estos “signos de los tiempos”? Un primer signo, es el crecimiento de la
secta Nueva Era o Conspiración de Acuario o New Age, cuyo objetivo declarado es
la iniciación luciferina y la consagración a Satanás de la humanidad, y el
terreno está siendo preparado a través de películas y series de televisión que
presentan al ocultismo, el satanismo y la brujería como algo inocente,
divertido y bueno. Otro signo es el gnosticismo, que lleva a considerar que no
es necesario un Salvador y mucho menos los sacramentos y la gracia divina,
porque el hombre puede salvarse por sí mismo, con sus propios conocimientos; otro
signo es el relativismo, que lleva a considerar que cada uno tiene su propia
verdad, por lo cual no hay ninguna Iglesia que pueda ser considerada como
verdadera, y así cada uno cree lo que quiere y como quiere; otro signo es el
materialismo como sistema de vida, que considera a esta vida como la única
existente y que por lo tanto hay que “disfrutar” y pasarla bien, es decir,
conduce al hedonismo y al egoísmo. Otro signo es la disminución de fieles
practicantes, como signo del descreimiento en los dogmas de la religión
católica, la religión revelada por el Hombre-Dios Jesucristo. Otro signo es el
desprecio por la vida humana, reflejado en el aborto y la eutanasia.
“¡Hipócritas!
Saben discernir el clima pero no los signos de los tiempos”. Jesús nos advierte
para que tomemos conciencia de las negras nubes que se acercan en el horizonte,
presagio de grandes tormentas espirituales, para que pongamos remedio y no
estemos desprevenidos, y lo único que puede protegernos en esta gran tormenta
espiritual, es la Cruz de Jesucristo, el Santo Rosario, la Confesión
sacramental, la Eucaristía y el obrar la misericordia.
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