“El
Reino de los cielos es como una red llena de peces” (Mt 13, 47-52). Jesús compara al Reino de los cielos con una “red
llena de peces”, una red que recién ha sido sacada del mar por los pescadores,
y que contiene por lo tanto, peces vivos y muertos. Inmediatamente, Nuestro
Señor asocia al Reino de los cielos con el Día del Juicio Final, utilizando la
misma imagen, la red llena de peces. En una red recién sacada del mar, hay
peces vivos, en buen estado, que son los que sirven para los fines del hombre –comercio,
alimentación, etc.-; pero también hay peces muertos, que sólo sirven para ser
arrojados de nuevo al mar.
Para
comprender la parábola con la que se figuran tanto del Reino como de los cielos
como el Día del Juicio Final, es necesario tener en cuenta que los elementos
creaturales descriptos en la parábola, hacen referencia a elementos
sobrenaturales, tal como el mismo Señor Jesucristo lo hace, al menos con
algunos elementos: el mar, es el mundo, desarrollado en la historia y el tiempo
humanos; los pescadores, son los ángeles; la barca, es la Barca de Pedro, la
Iglesia; la pesca, es el Día del Juicio Final; los peces vivos y sanos, que son
separados por los pescadores porque son útiles, representan a las almas en
estado de gracia, que por lo mismo, a los ojos de Dios, son almas sanas y
dignas de entrar en el Reino de los cielos; los peces muertos, son las almas de
los que están en pecado mortal, y que aunque caminen, respiren y hablen, tienen
sus almas en estado de putrefacción espiritual, por la ausencia de la gracia
santificante, y por lo tanto, son como esos pescados putrefactos que no sirven
ni para el comercio, ni para el consumo y, por lo tanto, son arrojados al mar
nuevamente, sólo que en este caso, al tratarse del Día del Juicio Final, se trata
de almas que son arrojadas al Lago de fuego, el Infierno.
“El
Reino de los cielos es como una red llena de peces”. Por último, queda un elemento
de la parábola, la red, a la que no se le ha atribuido ninguna significación
sobrenatural: ¿qué o quién es la red? La Red es Nuestro Señor Jesucristo, con
la cual Dios atrapa a los peces, tanto a los vivos como a los muertos:
Jesucristo es comparado con la red porque, al igual que hace una red de
pescador, que atrapa peces vivos y muertos para llevarlos a la barca, así
Jesucristo, con su gracia, quiere atraer a todos y a todos salvar en el Reino
de los cielos, pero como el hombre es libre, hay muchos que escapan de la Red, que
es Cristo –son los pescados en descomposición, los pecadores empedernidos, que
viven y mueren, por libre decisión, en pecado mortal- y, por lo tanto, son
separados para siempre de su Presencia. Los peces sanos y vivos, atrapados por
la Red, que es Cristo, representan en cambio a los santos, aquellos que
hicieron fructificar “el ciento por uno” a cada talento dado y, por lo tanto,
son merecedores del Reino de los cielos.
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