martes, 17 de mayo de 2016

“No entendían lo que les decía (…) discutían quién era el más importante”


“No entendían lo que les decía (…) discutían quién era el más importante” (Mc 9, 30-37). Mientras Jesús les revela a sus discípulos el misterio más asombroso y el evento más importante para la humanidad toda, el misterio de su Pasión redentora, los discípulos “no entienden” qué es lo que Jesús les dice, y no solo eso, sino que, llevados por la cortedad de miras de la naturaleza humana y por el egoísmo de sus corazones, “discuten acerca de quién sería el más grande”. Jesús y sus discípulos se mueven en dos universos paralelos, sin puntos de contacto entre sí: Jesús les habla acerca de la inminencia de su Pasión y Muerte; les habla acerca de lo que deberá sufrir, les advierte que será traicionado y que deberá sufrir mucho en manos de los hombres, pero que al tercer día resucitará; en fin, Jesús les habla de la inminencia de la vida eterna que está por llegarles a partir de su muerte y resurrección, lo cual implica, al mismo tiempo, la caducidad de esta vida terrena y temporal, pero los discípulos “no entienden” porque tienen sus mentes y sus corazones cerrados a la voz del Espíritu y así la Palabra de Dios no puede penetrar en ellos para iluminar sus densas tinieblas. Así, hacen oídos sordos a la Voz Eterna de Dios, que les habla a través de Jesús, que les avisa que deben despegarse de este mundo, para prepararse para la vida eterna y siguen por el contrario enfrascados en sus egoísmos humanos y aferrados a este mundo cuya figura se desvanece.

“No entendían lo que les decía (…) discutían quién era el más importante”. La incapacidad de entender el misterio del cristianismo y la soberbia y mezquindad de pretender la gloria mundana en vez de la gloria celestial que nos trae Jesús con su cruz, no es privativa de los discípulos de Jesús. Hasta el día de hoy, muchos cristianos siguen –seguimos- sin entender lo que significa ser cristianos, mientras ambicionamos las riquezas del mundo, olvidando la vida eterna que nos espera.

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