domingo, 3 de noviembre de 2019

“Hay alegría entre los ángeles por cada pecador que se convierte”



“Hay alegría entre los ángeles por cada pecador que se convierte” (Lc 15,1-10). ¿Por qué los ángeles se alegran cuando un pecador se convierte? Porque significa que esa persona abandonó el camino de la perdición, que lo conducía a la eterna condenación y encontró el camino que lo lleva al cielo, el Camino Real de la Cruz, el Via Crucis. Los ángeles se alegran por la conversión de los pecadores porque significa que hay potencialmente menos habitantes en el Infierno y más moradores del Reino de Dios; los ángeles se alegran cuando se convierte un pecador porque quiere decir que un alma menos dejará de ofender a Dios Trinidad y a su divina majestad y comenzará a glorificarlo con su propia vida; los ángeles se alegran cuando se convierte un pecador porque eso significa que hay un integrante más para la Iglesia Militante y uno menos para la Iglesia Apóstata, la Iglesia que pacta con el mundo; los ángeles se alegran cuando se convierte un pecador porque eso significa más oración, más penitencia, más ayunos y por lo tanto más flujo de gracia entre el Cuerpo Místico de Cristo; los ángeles se alegran cuando se convierte un pecador porque eso significa que habrá más adoración eucarística y más ofrecimientos de la propia vida a Cristo que por nosotros se ofrece en el Santo Sacrificio del altar, la Santa Misa; los ángeles se alegran cuando se convierte un pecador porque eso significa menos mundanismo y más vida de la gracia; menos ofensas a Dios Trinidad y más alabanza, adoración y acción de gracias a Dios Uno y Trino y a su Mesías.
“Hay alegría entre los ángeles por cada pecador que se convierte”. Si los ángeles se alegran por los pecadores que se convierten, también se entristecen por los justos que caen en pecado. Si nos encontramos en este grupo, no dudemos en acudir prontamente al Sacramento de la Confesión, para que la alegría de los ángeles sea completa.

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