lunes, 13 de marzo de 2023

“Quien cumpla los Mandamientos y los enseñe a cumplirlos, será grande en el Reino de los cielos”

 


“Quien cumpla los Mandamientos y los enseñe a cumplirlos, será grande en el Reino de los cielos” (Mt 5, 17-19). Para quien desee ser santo, para quien desee ganar el Reino de los cielos, para quien desee la mayor grandeza y honor que se pueda concebir, Jesús da la fórmula para conseguirlo, que consiste en dos pasos: primero, cumplir los Mandamientos de la Ley de Dios; segundo, enseñar los Mandamientos de Dios a quien no los conoce.

Desde hace un tiempo a esta parte, se ha difundido un pensamiento contrario al Querer Divino, un pensamiento que va en contra de las palabras de Jesús y es el de considerar a los Mandamientos como “pasados de moda”, o también como “aburridos”, o como “fatigosos para ser aprendidos de memoria”, como si aprender los Mandamientos fuera algo “disgustoso”. Nada de esto corresponde al consejo evangélico de Jesús, quien nos dice claramente que si queremos ser considerados “grandes” en el Reino de los cielos, debemos primero aprender los Mandamientos -para aprenderlos hay que memorizarlos- y luego, debemos enseñarlos a quien no los sabe -y para enseñarlos, debemos haberlos antes aprendido y memorizado-. Como vemos, entonces, aprender de memoria los Mandamientos, no es para nada algo que provoque disgusto; por el contrario, es algo que provoca paz, alegría y serenidad en el alma, porque se está aprendiendo y memorizando algo -los Mandamientos- que nos otorgarán la recompensa en el Reino de los cielos, de parte de Dios en Persona.

Por supuesto que el aprender y memorizar los Mandamientos es solo una parte, una parte importante, pero solo una parte de lo que debemos hacer si queremos cumplir la voluntad de Dios, porque esos Mandamientos aprendidos y memorizados, deben ser también vividos, es decir, los Mandamientos deben ser vividos, aplicados, en la vida de todos los días. De nada sirve aprender el Mandamiento que dice: “No mentirás”, si luego digo mentiras, y así con todos y cada uno de los Mandamientos.

“Quien cumpla los Mandamientos y los enseñe a cumplirlos, será grande en el Reino de los cielos”. No hagamos caso a quienes afirman que los Mandamientos de Dios están “pasados de moda”, o que es un “disgusto” aprenderlos de memoria: si queremos recibir la recompensa del Amor de Dios en el cielo, aprendamos los Mandamientos, los memoricemos, los enseñemos a quien no los conoce y vivámoslos en nuestra vida cotidiana. Así, seremos “grandes” en el Reino de los cielos, aunque aquí en la tierra pasemos inadvertidos.

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