jueves, 18 de noviembre de 2021

“Muchos vendrán en Mi Nombre, no los sigáis”

 


“Muchos vendrán en Mi Nombre, no los sigáis” (cfr. Lc 21, 5-11). Le preguntan a Jesús cuándo será la destrucción del templo y Jesús responde profetizando acerca de dos eventos: de la destrucción del templo y de su Segunda Venida en la gloria. En relación a la destrucción del templo, la respuesta que da Jesús es “antes de que pase esta generación” y eso efectivamente se cumplió, pues el templo y Jerusalén fueron arrasados por las tropas del general romano Tito en el año 70 d. C. Con respecto a la Segunda Venida, da varias señales, como un eclipse solar y lunar –podría ser el efecto secundario de una guerra mundial termonuclear, que ocultaría la luz del sol y de la luna por la acumulación en la atmósfera de residuos atómicos-, además de terremotos, hambrunas, guerras, pestes. Pero hay un dato más que da Jesús y es para que estemos alertas acerca de la proximidad de su Segunda Venida y es la aparición de falsos mesías, de falsos cristos, lo cual está sucediendo en la actualidad. Por ejemplo, en Ucrania, Serguei Torop, fundador de la secta “Ciudad del sol”, se proclamaba ser la “reencarnación” (sic) de Jesús[1]; otro caso es el del fundador de la secta Moon; otro caso es el del fundador de una secta en Centroamérica, llamada “Creciendo en gracia” y cuya identificación es un tatuaje en la piel del número 666: el fundador de esta secta, llamado José Luis de Jesús Miranda, se autoproclamaba ser el Hijo de Dios, además de ser inmortal, aunque luego falleció por cáncer y no hay noticias de que haya resucitado[2]; otro caso es el del cristo de la Nueva Era, un cristo que, según los adeptos de esta secta, se encuentra en una nave espacial, al mando de una flotilla de naves alienígenas, a la espera de descender a la tierra en el momento oportuno. Y así, la lista de falsos cristos puede extenderse casi al infinito.

Pero a esta larga lista de falsos cristos, le sucederá un último falso cristo, el último de todos, el que precederá inmediatamente a la Segunda Venida del Verdadero Cristo y será el Anticristo por antonomasia; será el Anticristo último, un ser humano poseído por Satanás, que será el vicario de Satanás y cuya maldad excederá inimaginablemente a sus predecesores. El último Anticristo hará falsos prodigios, falsos milagros y así logrará confundir a muchos; suprimirá el Santo Sacrifico del Altar, la Santa Misa; suprimirá la Eucaristía porque dirá que ya no hace falta alimentarse con el Cuerpo y la Sangre de Cristo, porque él ya está entre nosotros; en lugar del Sacrificio del Altar y en lugar de la Eucaristía, entronizará la “abominación de la desolación”, un ídolo demoníaco, al cual hará adorar por la fuerza a todos los hombres; además, se entronizará a sí mismo como si fuera Dios y hará que todos reciban la marca de la Bestia –la Masonería-, marca sin la cual “nadie podrá comprar ni vender”, como lo dice el Apocalipsis y como parece ser un antecedente el Pasaporte Sanitario.

“Muchos vendrán en Mi Nombre, no los sigáis”. El Único y Verdadero Cristo es el Hijo de Dios encarnado, que murió en la cruz y resucitó y reina en los cielos eternos con el Padre y el Espíritu Santo y que reina en los corazones de los que creen en Él y lo aman en su Presencia Eucarística. Cualquier otro Cristo es un falso cristo y jamás debe ser seguido.

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