El Ángel anuncia a José en sueños
“No
temas José porque lo que ha sido engendrado en María viene del Espíritu Santo”
(Mt 1, 18-24). Ante el temor de que
María fuera repudiada debido a haber concebido un hijo sin estar viviendo
juntos, y aunque este Niño había sido concebido por el Espíritu Santo, José, al
desconocer este hecho, decide abandonar a María para no denunciarla
públicamente. Sin embargo, el Ángel del Señor se le aparece en sueños y le
dice: “No temas José porque lo que ha sido engendrado en María viene del
Espíritu Santo”.
El
Evangelio nos revela que el Niño concebido en María, el que luego habrá de
nacer milagrosamente en Belén, ha sido concebido virginalmente, por obra del
Espíritu Santo, el Amor de Dios, y que no ha intervenido en la concepción obra
de ningún hombre, puesto que el Niño es “Emmanuel”, es decir, “Dios con
nosotros”, porque es Dios Hijo en Persona.
Este
Evangelio, a la par que afirma la condición de María como Madre de Dios, y la condición divina de Jesús -debido a que es Dios Hijo en Persona, es concebido virginalmente por el Espíritu Santo y por ese motivo es llamado "Dios con nosotros"- ,contesta a quienes niegan estas verdades reveladas, como lamentablemente ha sucedido hace unos
días dentro del mismo campo católico: un sacerdote jesuita, en un artículo
herético, publicó la blasfema mentira de que Jesús había nacido luego de una
relación marital entre María y José, con lo cual niega, en un solo renglón, la
doctrina de la Encarnación del Hijo de Dios y la virginidad perpetua de María[1].
Si
esta blasfema herejía, que no proviene ya de sectores externos de la Iglesia,
sino de pastores convertidos en lobos, que asesinan la fe de los creyentes,
fuera verdad, entonces la escena central de la Navidad, el Pesebre, sería sólo
una fábula, una metáfora, una alegoría mítica, y todo el cristianismo no
pasaría de ser una religión idealista, propagadora de una nueva moral, pero
cuyo horizonte continuaría siendo la vida caduca y terrena del hombre, como
todas las otras religiones. Si esta proposición herética y blasfema de este
sacerdote fuera verdad, entonces ninguna esperanza tendríamos los cristianos,
porque todo sería vano, no habría perdón de los pecados, no habría liberación
del demonio y del pecado, la muerte sería nuestro destino final, la
desesperación sería la compañera de nuestras vidas, hasta el último aliento, nadie podría esperar el salvarse de la condenación eterna, y la Eucaristía no sería el mismo Dios Hijo que prolonga su Encarnación en la Hostia consagrada, sino que sería solo un pan bendecido.
Pero
gracias a Dios, ni la blasfemia de este
mal sacerdote es verdad, ni la muerte es nuestro destino final, ni el demonio
nos espera al final de nuestros días para arrastranos sin más a la condenación,
porque el Niño de Belén, como lo dice el Ángel del Señor, es “fruto del
Espíritu Santo”, es Dios Hijo en Persona que viene a este mundo como un Niño,
sin dejar de ser Dios, para “destruir las obras del demonio” (1 Jn 1, 2), para vencer para
siempre al demonio, la muerte y el pecado, para concedernos la filiación
divina, para darse a nosotros como Pan de Vida en la Eucaristía, y para conducirnos, por su gran misericordia, a las moradas eternas del
Padre luego de esta vida.
Basada
en estas verdades eternas, la Iglesia, parafraseando al Ángel nos dice: “No
teman a los propagadores de mentiras, a
los lobos vestidos de ovejas, a los malos pastores, a los que engañan a
sabiendas: el Niño de Belén es Dios, fue concebido por obra y gracia del Espíritu
Santo, nacerá para Navidad de Santa María Virgen, y a quien se acerque a
adorarlo en su Pesebre y en la Eucaristía, les concederá el don del Espíritu Santo”.
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(1) Se trata del P. Alfonso Llano, quien en "la columna publicada el 24 de noviembre, titulada "La infancia de Jesús", aseguró que María concibió a Jesús tras mantener relaciones sexuales con José, lo cual niega el dogma católico sobre la Encarnación y la perpetua virginidad de la Madre de Dios". Según informa Infocatólica.com, "Sus declaraciones causaron gran escándalo en diferentes sectores de la Iglesia Católica. Mons. José Daniel Falla, secretario general de la Conferencia Episcopal Colombiana, aseguró que "el padre Llano ha perdido el horizonte y dejado de lado la fe que se pregona en la Iglesia desde sus inicios, al negar la virginidad de María", y pidió a superiores que lo llamaran al orden". Esto finalmente sucedió, que que con inusitada celeridad el sacerdote fue llamado al silencio, al prohibírsele de ahora en más continuar escribiendo.
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(1) Se trata del P. Alfonso Llano, quien en "la columna publicada el 24 de noviembre, titulada "La infancia de Jesús", aseguró que María concibió a Jesús tras mantener relaciones sexuales con José, lo cual niega el dogma católico sobre la Encarnación y la perpetua virginidad de la Madre de Dios". Según informa Infocatólica.com, "Sus declaraciones causaron gran escándalo en diferentes sectores de la Iglesia Católica. Mons. José Daniel Falla, secretario general de la Conferencia Episcopal Colombiana, aseguró que "el padre Llano ha perdido el horizonte y dejado de lado la fe que se pregona en la Iglesia desde sus inicios, al negar la virginidad de María", y pidió a superiores que lo llamaran al orden". Esto finalmente sucedió, que que con inusitada celeridad el sacerdote fue llamado al silencio, al prohibírsele de ahora en más continuar escribiendo.
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