sábado, 19 de febrero de 2022

“¡Apártate de Mí, Satanás!”

 


El Demonio se hace adorar por los idólatras y blasfemos miembros de la Masonería, bajo el nombre de "Baphomet", una de cuyas características es la bisexualidad.

“¡Apártate de Mí, Satanás!” (Mc 8, 27-33). Esta dura reprensión de Jesús está dirigida nada menos que a su Vicario, el Papa, Pedro. La razón es que Pedro, cuando Jesús les revela su misterio salvífico de Muerte y Resurrección, que indefectiblemente debe pasar por la Cruz y el Calvario, Pedro se opone a la Cruz, la rechaza y se opone a los planes de Jesús. La razón de la dura reacción de Jesús es que, si por la Cruz los hombres se salvan porque así la Sangre de Cristo abre las puertas del Reino de los cielos, sin el sacrificio de la Cruz, los hombres no tienen ninguna posibilidad de salvación. Que todos los hombres se salven, por medio del sacrificio de Jesús en la Cruz, es la voluntad y el deseo de Dios Padre; que ningún hombre se salve y que todos rechacen la salvación de la Cruz y se condenen del infierno, es la voluntad y el deseo de Satanás, el Padre de la mentira, la Serpiente Antigua, el Enemigo de Dios y de los hombres. Es por esta razón que Jesús reprende duramente a Pedro, que está claramente influenciado por Satanás al rechazar la Cruz y también a Satanás, que es quien influye sobre Pedro para que este, aun siendo el Vicario de Cristo, se oponga a los planes salvíficos de Jesucristo.

“¡Apártate de Mí, Satanás!”. El durísimo reproche de Jesús se dirige no solo a Pedro, sino a todo aquel cristiano que piense que se puede alcanzar el Cielo sin la Cruz; se dirige a todo aquel que piensa que se puede entrar en el Reino de Dios sin pasar por la Puerta Estrecha, que es la Santa Cruz de Jesús. Por lo tanto, debemos estar muy atentos para rechazar en nosotros cualquier pensamiento, de origen humano y satánico, que nos lleve a rechazar la Cruz. Al mismo tiempo, debemos abrazar la Santa Cruz con todas nuestras fuerzas, porque la Santa Cruz de Jesús es el Único camino que conduce al Reino de Dios.

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