jueves, 10 de febrero de 2022

“Dejan de lado los Mandamientos de Dios para seguir las tradiciones de los hombres”

 


“Dejan de lado los Mandamientos de Dios para seguir las tradiciones de los hombres” (Mc 7, 8-13). Jesús critica duramente a los fariseos, pero no por las medidas de higiene, como la purificación de manos, vajillas y elementos de bronce, sino porque los fariseos habían pervertido de tal manera la religión verdadera, que hacían consistir la religión en prácticas puramente humanas, surgidas de la mente humana y no de la mente de Dios.

Así, habían olvidado la esencia de la religión, que es el amor a Dios y al prójimo como a uno mismo y la habían cambiado por ritos inventados por ellos mismos.

De esa manera, para los fariseos era más importante la purificación de manos y utensillos, antes que el culto a Dios y el amor al prójimo, incluidos los padres.

“Dejan de lado los Mandamientos de Dios para seguir las tradiciones humanas”. También a nosotros nos puede suceder que olvidemos la esencia de la religión, que es la adoración a Cristo Eucaristía y la misericordia para con el prójimo y la cambiemos por ideologías humanas, como el ecologismo, la migración, el pobrismo, la justicia social y toda clase de falsedades ideológicas como estas. No caigamos en el error de los fariseos; no nos preocupemos tanto por el alcohol en gel y pidamos la gracia de no olvidar nunca que la esencia de la religión es la adoración al Cordero de Dios, Cristo Eucaristía y el amor al prójimo.

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