viernes, 25 de febrero de 2022

Miércoles de Cenizas

 



(Ciclo B – 2022)

          ¿Qué significado tienen el rito de imposición de cenizas? Por un lado, recordar que esta vida terrena es pasajera, que solo dura un tiempo ya establecido por Dios desde toda la eternidad y que nuestro cuerpo material, creado por Dios, quedará reducido a cenizas cuando se produzca nuestra muerte corporal. Éste es el significado de las palabras: “Recuerda que eres polvo y al polvo regresarás”. Por otro lado, significa que es urgente la conversión del corazón al Hombre-Dios Jesucristo, ya que esto es lo que significan las palabras: “Conviértete y cree en el Evangelio”. Esto quiere decir que con la muerte terrena no se acaba nada, sino que empieza la vida eterna, pero esa vida eterna puede ser en el dolor y el horror eternos, que es la eterna condenación en el Infierno, o puede ser la dicha y la alegría eterna, que es la eterna salvación en el Reino de los cielos. Ahora bien, para que luego de esta vida terrena seamos capaces de ingresar en el Reino de los cielos, es necesaria la conversión del corazón. ¿Qué significa “conversión del corazón”? Significa que nuestro corazón está, a causa del pecado, inclinado a las cosas bajas de la tierra, así como el girasol por la noche se inclina sobre sí mismo y con su corola se dirige en dirección a la tierra. La conversión, que se da por la acción de la gracia santificante, se produce cuando el alma, guiada por la gracia, se despega de las cosas de la tierra y dirige la mirada espiritual hacia el cielo, hacia el Sol de justicia, Cristo Jesús en la Eucaristía, del mismo modo a como el girasol, cuando aparece en el cielo la Estrella de la mañana, que simboliza a la Virgen María, se deja llevar por la gracia y dirige su corola al cielo, enfocando hacia el sol y siguiendo el recorrido del sol en el cielo. Así el alma, con la gracia de Dios infundida por mediación de la Virgen, debe despegarse de las cosas terrenas, de los falsos atractivos del mundo, para dirigir su mirada y el amor de su corazón al Sol de justicia, Jesús Eucaristía, para contemplarlo y adorarlo. En esto consiste la conversión que la Iglesia pide en el Miércoles de cenizas, en una conversión eucarística, porque la Eucaristía es Dios Hijo en Persona, Jesús de Nazareth, el Salvador, oculto en apariencia de pan. Para esta conversión eucarística, además de la acción de la gracia santificante, son necesarios la oración -sobre todo el Santo Rosario-, el ayuno -a pan y agua, uno o dos días a la semana, según las posibilidades de cada uno- y la práctica de las obras de misericordia, corporales y espirituales. Esto es entonces lo que significa el Miércoles de Cenizas: recordar que estamos destinados a la vida eterna y que debemos convertir nuestros corazones a Jesús Eucaristía, por medio de la oración, el ayuno y las obras de misericordia.

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