jueves, 10 de febrero de 2022

“Es del corazón del hombre de donde salen toda clase de cosas malas”

 


“Es del corazón del hombre de donde salen toda clase de cosas malas” (Mt 15, 19). Jesús corrige un grave error de los fariseos, quienes pensaban que bastaba con la purificación legal de manos y de utensillos, para que el hombre quedara purificado.

Jesús corrige este error, haciéndoles ver que el espíritu humano no se contamina con cosas externas, sino que es del propio corazón del hombre de donde sale todo el mal que el hombre hace.

Esto se debe a que el pecado original provocó una herida interior en los más profundo del ser del hombre, no sólo privándolo de la gracia, sino además inclinándolo al mal. Es entonces a causa del pecado original que el hombre se inclina por el mal y no por elementos externos.

De esto se deduce que el hombre, para quedar purificado, necesita de la gracia santificante que se dona por los sacramentos y no le sirve de nada, para quitar el pecado, la higiene de las manos o de los utensillos, como sostenían los fariseos.

Purifiquemos nuestras almas en el Sacramento de la Confesión y seremos agradables ante la Presencia de la Trinidad.

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