El 12 de Octubre se celebra lo que podemos llamar el
acontecimiento más grande para la historia de la humanidad, después de la
Encarnación del Verbo de Dios y es el Descubrimiento, Conquista y
Evangelización del continente americano por parte de España. Este hecho es tan
grandioso, que supera a cualquier gesta que pudiera haber realizado cualquier
nación a lo largo de la historia y nada hay que pueda ser hecho en adelante,
por parte de los hombres, que pueda superar a lo realizado por España. España,
la España Católica, la España Sierva de la Iglesia, la España de los Reyes
Católicos, llevada por el Espíritu Santo, descubrió, conquistó y evangelizó a
decenas de millones de almas que, de vivir en las tinieblas del paganismo, del
oscurantismo y de la idolatría, pasó a adorar al Hombre-Dios Jesucristo y a
venerar a la Madre de Dios, María Santísima.
La Conquista y Evangelización de América es un hecho tan
grandioso, que España debería y debe estar, hasta el fin de los tiempos,
orgullosa por haber sido un instrumento en las manos del Espíritu Santo, Quien
fue el que no sólo las carabelas La Pinta, La Niña y Santa María, sino que
además fue quien inflamó en el fuego del Amor de Dios a decenas de miles de
españoles, convertidos en religiosos, sacerdotes, misioneros, militares,
conquistadores, doctores, constructores, que trajeron al Nuevo Mundo, además de
la hermosura de la cultura española y de su idioma, lo más importante y
grandioso que un alma ni siquiera puede imaginarse y es la Santa Fe Católica en
Nuestro Señor Jesucristo, el Hombre-Dios, el Redentor del mundo y la fe en la
intercesión materna de la Inmaculada Concepción, la Madre de Dios, la
Corredentora de la humanidad. Gracias a la intervención milagrosa del Espíritu
Santo, Quien guio a España a este continente y la conquistó para la Santísima
Trinidad, es que ahora rezamos en español a Jesucristo y no adoramos los leños,
las piedras y las estrellas.
Por todo esto y por mucho más, no solo nunca cometeremos la
torpeza de pretender que España nos pida perdón –valdría más-, sino que
estaremos siempre y eternamente agradecidos a España, nuestra amada Madre
Patria, de la cual nunca debimos separarnos, por haber sido un dócil instrumento
en las manos de las Tres Divinas Personas de la Santísima Trinidad, Quienes
fueron las que idearon, condujeron y llevaron a la práctica el Descubrimiento,
la Conquista y la Evangelización de América. ¡Gracias eternamente, España, por
traernos la Santa Fe Católica, la Única Fe Verdadera, la Fe en el Hombre-Dios
Jesucristo!
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