“¿Está
permitido curar en sábado o no?” (Lc
14, 1-6). Jesús, Médico Divino, cura con su omnipotencia y con su Divino Amor a
un enfermo de hidropesía. Este milagro de curación corporal es muy frecuente a
lo largo de los Evangelios pero en este caso, tiene una particularidad: es
realizado en día sábado y delante de los fariseos y este hecho es importante
porque para los fariseos, estaba prohibido realizar cualquier tipo de trabajo
en día sábado. La razón de esta prohibición es que debían mantener el sábado
como día sagrado, por lo cual no se podía trabajar. De hecho, en la actualidad,
los judíos tienen tantas reglas y sub-reglas para el sábado, que está
prescripto cuántos pasos se debe dar en sábado y cuántas palabras se puede
escribir[1]. Al curar al enfermo de hidropesía delante de
los fariseos y en día sábado, Jesús no solo anula la ley sabática farisaica,
sino que establece una nueva ley, en la que el Domingo reemplazará al sábado
como Día del Señor, porque el Domingo será el Día de la Resurrección y además,
en esta ley la caridad estará por encima del cumplimiento meramente exterior de
los Mandamientos. El exceso de reglas y sub-reglas tiene como consecuencia el
centrar los esfuerzos espirituales en cumplir este exceso de mandamientos
humanos, al mismo tiempo que se descuida lo esencial de la religión: el amor y
la piedad a Dios y la caridad con el prójimo. Jesús cura en sábado y así
quebranta deliberadamente el sistema de reglamentación elaborado por los
fariseos; de esa manera, les enseña en primera persona que lo que Dios quiere
del hombre es amor, compasión, caridad y no cumplimiento exterior de leyes
meramente humanas.
[1] “Para seguir el reglamento de no
trabajar en sábado, hay literalmente miles de sub-reglas a seguir, incluyendo
la cantidad de pasos que puedes tomar, y el número de letras que puedes
escribir en el día de reposo”. Cfr. https://www.buscadedios.org/el-reglamento-de-los-fariseos/
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