martes, 14 de abril de 2020

Fiesta de la Divina Misericordia



(Domingo II - TP - Ciclo A - 2020)

          El origen del Segundo Domingo de Pascuas como Fiesta de la Divina Misericordia se encuentra en el mismo Jesús en Persona. En efecto, en sus apariciones a Santa Faustina como Jesús Misericordioso, el Señor le dijo así: “Deseo que haya una Fiesta de la Misericordia. Quiero que esta imagen que pintarás con el pincel, sea bendecida con solemnidad el primer domingo después de la Pascua de Resurrección; ese domingo debe ser la Fiesta de la Misericordia” (Diario, 49). En otra aparición, le dijo: “Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores. Ese día están abiertas las entrañas de Mi misericordia” (Diario, 699).
          También le dijo, con respecto a la imagen de la Divina Misericordia: “Ésta es la señal de los Últimos Tiempos” y también le dijo: “Anunciarás al mundo mi Segunda Venida”. Es decir, la imagen de Jesús Misericordioso se relaciona tanto con la Segunda Venida de Jesús, como con los Últimos tiempos. Ahora bien, Santa Faustina ya murió y Jesús todavía no vino, pero el “anuncio de la Segunda Venida” no está dado como encargo a Santa Faustina como persona, sino a la imagen de la Divina Misericordia. Por lo tanto, “Anunciarás al mundo mis Segunda Venida”, tiene que interpretarse como si fuera así: “(Esta imagen) Es el Anuncio de mi Segunda Venida”. Quien contempla la imagen, debe saber que es la última devoción para los Últimos Tiempos, es decir, ya no habrán más devociones hasta el fin de los tiempos, hasta el día en que Jesús regrese por Segunda Vez y ése regreso está pronto, según las palabras de Jesús y según la misma imagen de la Divina Misericordia.
          ¿Qué significa “Ésta es la señal de los Últimos Tiempos” y “Anunciarás al mundo mi Segunda Venida”? Esto no significa ni más ni menos que debemos preparar nuestras almas para el encuentro personal con Jesús Misericordioso, pues Él está pronto para llegar. ¿Estamos diciendo con esto que el Fin del mundo está cerca? ¿Queremos decir que el Día del Juicio Final está próximo? No, no lo estamos diciendo, porque “nadie sabe ni el día ni la hora”. Sin embargo, no por esto no debemos estar prontos para el encuentro personal con Jesús Misericordioso, porque de una u otra forma, sea en el Juicio Final, si estamos vivos para eso, o sea en el momento de nuestro paso a la eternidad -es decir, en el momento de nuestra muerte-, tanto en uno como en otro caso, nos habremos de encontrar personalmente con Jesús Misericordioso y es para esto para lo que debemos estar preparados.
          “Anunciarás al mundo mis Segunda Venida”. Cada encuentro con Jesús Eucaristía -cada vez que comulgamos, sea sacramental como espiritualmente-, nos encontramos con Jesús Misericordioso, porque el Jesús que está en la Eucaristía es el mismo Jesús Misericordioso. Si nos preparamos para cada comunión con Jesús Eucaristía -comulgando en gracia, con fervor, con piedad y sobre todo con amor-, entonces estaremos preparándonos para el encuentro con Jesús Misericordioso. No desaprovechemos la Comunión con Jesús Eucaristía, porque es el anticipo del encuentro definitivo con Jesús Misericordioso. Por último, el anuncio más efectivo de la Segunda Venida de Jesús es obrando nosotros mismos, en Nombre de Jesús, la misericordia para con los más necesitados.

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