viernes, 4 de junio de 2021

“Quien cumpla y enseñe los Mandamientos, será grande en el Reino de los cielos”


 

“Quien cumpla y enseñe los Mandamientos, será grande en el Reino de los cielos” (cfr. Mt 5, 17-19). Todo ser humano tiene deseos de grandeza, por el hecho de haber sido creados por un Dios que es infinito y de majestad infinita. El deseo de grandeza del ser humano es un espejo o un reflejo de la grandeza que posee su Creador, Dios Trino, de grandeza y gloria infinita. Ahora bien, Jesús nos da la fórmula para satisfacer ese deseo de grandeza: cumplir y enseñar los Mandamientos de la Ley de Dios: “Quien cumpla y enseñe los Mandamientos, será grande en el Reino de los cielos”. Esta última parte de la frase de Jesús es muy importante considerarla y reflexionar sobre ella, porque la grandeza que promete Jesús se consigue, por un lado, cumpliendo y enseñando los Mandamientos de la Ley de Dios y por otro lado, se la posee, no en esta tierra, sino en el Reino de los cielos, en la otra vida, en la vida eterna. El cumplir la Ley de Dios y el enseñarla a otros, no es garantía de grandeza en esta vida, porque Jesús no promete una gloria que es terrena, sino que promete la gloria eterna, la gloria de los bienaventurados, la gloria de los que contemplan a la Trinidad cara a cara. La grandeza que promete Jesús no es mundana, terrena, temporal, sino celestial, divina, sobrenatural, eterna y por eso no debemos esperarla en esta tierra, sino en la otra vida. Todavía más, para aquellos que cumplan la Ley de Dios y la enseñen a los demás, les puede esperar toda clase de tribulaciones, como les sucedió a los santos de todos los tiempos, incluidas la persecución y la muerte. Es decir, en esta vida, no debemos aspirar a la grandeza y a la gloria terrenas, sino a la grandeza y a la gloria divinas, que nos será concedida si en nuestra vida terrena cumplimos los Mandamientos de la Ley de Dios y enseñamos a los demás a cumplirlos. Sólo así seremos grandes en el Reino de los cielos, aunque en la tierra seamos pequeños, insignificantes e ignorados por el mundo.

 

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