jueves, 8 de julio de 2021

“Has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a la gente sencilla”

 


“Has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a la gente sencilla” (Mt 11,25-27). Jesús agradece al Padre por haber revelado los secretos y misterios del Reino a los “sencillos y humildes” y por haberlas ocultado a los “sabios y entendidos”. ¿Qué quiere significar Jesús con estas frases? Por un lado, quiere decir que Dios Padre ha revelado, por medio del Espíritu Santo, Espíritu de Sabiduría y de Ciencia Divina, los misterios sobrenaturales de la vida de Jesús a los “humildes y sencillos”, lo cual no quiere decir, de ninguna manera, faltos de estudios: los “humildes y sencillos” pueden ser, desde grandes teólogos, hasta campesinos que apenas saben leer y escribir. A esos es a quienes el Padre del cielo revela los secretos de su corazón, porque ellos no solo no lo rechazarán, sino que los atesorarán, como si fueran monedas de oro y plata. Por otra parte, significa que lo que Dios revela son los “misterios sobrenaturales absolutos” de Dios y su Mesías, como por ejemplo, que Dios es Uno y Trino y que la Segunda Persona de la Trinidad se ha encarnado en la humanidad santísima de Jesús de Nazareth, además de que esta Segunda Persona encarnada prolonga su Encarnación en la Eucaristía. Estos son misterios que, si no fuesen dados a conocer por el Espíritu de Dios, el Espíritu Santo, de ninguna manera pueden ser conocidos por el hombre y tampoco por el ángel. En otras palabras, saber que Dios es Uno en el Ser y en la Naturaleza y Trino en Personas y que Jesús es Dios encarnado, que prolonga su Encarnación en la Eucaristía, son conocimientos dados por el Espíritu Santo y no por los razonamientos humanos. A esto se refiere Jesús cuando dice: “Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar’’.

         “Has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a la gente sencilla”. Por medio del Catecismo, por medio del Magisterio de la Iglesia, por medio de las Escrituras interpretadas según la Iglesia Católica, se nos han dado a conocer los misterios eternos de Dios Trinidad, ocultos desde la eternidad y dados a conocer por Jesucristo. Atesoremos estos conocimientos, más valiosos que el oro y la plata y hagamos que den frutos de santidad, meritorios para la vida eterna.

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