sábado, 31 de julio de 2021

Fiesta de la Transfiguración del Señor

 



Jesús se transfigura en el Monte Tabor delante de sus discípulos (cfr. Mr 9, 2-10). Puesto que se trata de un fenómeno sobrenatural, nos lleva a preguntarnos qué es la transfiguración y cuál es la razón por la que Jesús se transfigura. Ante todo, hay que decir que la transfiguración es una manifestación exterior, visible, sensible, de la gloria de Dios; en otras palabras, la transfiguración es una muestra visible de la gloria divina, que se manifiesta por la glorificación de la humanidad de Cristo. La transfiguración revela que en Cristo, Persona divina, la Segunda de la Trinidad, hay dos naturalezas: una naturaleza humana, que es la que ven sus discípulos y contemporáneos al punto de llamarlo “hijo del carpintero” y una naturaleza divina, que es la Gloria Increada en sí misma y que se manifiesta visiblemente como luz celestial en la transfiguración. Entonces, la transfiguración nos confirma que Jesús es Dios Hijo encarnado; es el Hijo Unigénito del Padre que se ha unido a una naturaleza humana, el alma y el cuerpo de Jesús de Nazareth y que ahora se manifiesta visiblemente en el Monte Tabor. En otras palabras, la transfiguración debería ser el estado “normal” de Jesús desde su nacimiento, puesto que su humanidad está unida a su divinidad, desde la Encarnación y la divinidad es luz de gloria divina. Ante esto, surgen otras preguntas: ¿Por qué Jesús no aparece glorificado durante el resto de la vida de Jesús, con excepción de la Epifanía, en Belén? Y también: ¿Por qué se manifiesta la gloria de Dios visiblemente ahora, en el Monte Tabor? La razón por la que no se manifiesta visiblemente la gloria de Jesús durante su vida, es porque Jesús hace un milagro de su omnipotencia divina, por el cual precisamente oculta esta gloria visible, para no aparecer visiblemente como glorificado, sino como un hombre más; además, si hubiera estado glorificado, no podría haber sufrido la Pasión, porque un cuerpo glorificado, como el de Jesús en el Monte Tabor, no puede sufrir de ninguna manera. La respuesta a la segunda pregunta, de porqué se manifiesta en el Monte Tabor, es porque está cerca la Hora de la Pasión, la Hora de la Cruz –que será, al mismo tiempo, la Hora de las tinieblas- y Jesús quiere que sus discípulos lo vean como Dios Hombre glorificado, para que cuando lo vean en la Pasión, cubierto no de luz sino de su Sangre Preciosísima, sus discípulos no desfallezcan y, recordando a Jesús cubierto de luz y de gloria, lo acompañen en la cruz, cubierto de sangre.

Por último, la transfiguración de Jesús es para nosotros una señal de esperanza, porque si vivimos y sobre todo, si morimos en gracia, nuestras almas y cuerpos serán transfigurados por la gloria de Jesucristo. Vivamos entonces en estado de gracia, para morir en gracia y ser transfigurados en Cristo Jesús, nuestro Dios.

 

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