Jesús
se transfigura en el Monte Tabor delante de sus discípulos (cfr. Mr 9, 2-10). Puesto que se trata de un
fenómeno sobrenatural, nos lleva a preguntarnos qué es la transfiguración y
cuál es la razón por la que Jesús se transfigura. Ante todo, hay que decir que
la transfiguración es una manifestación exterior, visible, sensible, de la
gloria de Dios; en otras palabras, la transfiguración es una muestra visible de
la gloria divina, que se manifiesta por la glorificación de la humanidad de
Cristo. La transfiguración revela que en Cristo, Persona divina, la Segunda de
la Trinidad, hay dos naturalezas: una naturaleza humana, que es la que ven sus
discípulos y contemporáneos al punto de llamarlo “hijo del carpintero” y una
naturaleza divina, que es la Gloria Increada en sí misma y que se manifiesta
visiblemente como luz celestial en la transfiguración. Entonces, la
transfiguración nos confirma que Jesús es Dios Hijo encarnado; es el Hijo
Unigénito del Padre que se ha unido a una naturaleza humana, el alma y el
cuerpo de Jesús de Nazareth y que ahora se manifiesta visiblemente en el Monte
Tabor. En otras palabras, la transfiguración debería ser el estado “normal” de
Jesús desde su nacimiento, puesto que su humanidad está unida a su divinidad,
desde la Encarnación y la divinidad es luz de gloria divina. Ante esto, surgen
otras preguntas: ¿Por qué Jesús no aparece glorificado durante el resto de la
vida de Jesús, con excepción de la Epifanía, en Belén? Y también: ¿Por qué se
manifiesta la gloria de Dios visiblemente ahora, en el Monte Tabor? La razón
por la que no se manifiesta visiblemente la gloria de Jesús durante su vida, es
porque Jesús hace un milagro de su omnipotencia divina, por el cual
precisamente oculta esta gloria visible, para no aparecer visiblemente como
glorificado, sino como un hombre más; además, si hubiera estado glorificado, no
podría haber sufrido la Pasión, porque un cuerpo glorificado, como el de Jesús
en el Monte Tabor, no puede sufrir de ninguna manera. La respuesta a la segunda
pregunta, de porqué se manifiesta en el Monte Tabor, es porque está cerca la
Hora de la Pasión, la Hora de la Cruz –que será, al mismo tiempo, la Hora de
las tinieblas- y Jesús quiere que sus discípulos lo vean como Dios Hombre
glorificado, para que cuando lo vean en la Pasión, cubierto no de luz sino de
su Sangre Preciosísima, sus discípulos no desfallezcan y, recordando a Jesús
cubierto de luz y de gloria, lo acompañen en la cruz, cubierto de sangre.
Por
último, la transfiguración de Jesús es para nosotros una señal de esperanza, porque
si vivimos y sobre todo, si morimos en gracia, nuestras almas y cuerpos serán
transfigurados por la gloria de Jesucristo. Vivamos entonces en estado de
gracia, para morir en gracia y ser transfigurados en Cristo Jesús, nuestro
Dios.
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