jueves, 10 de diciembre de 2020

“La Virgen concebirá y dará a luz un hijo”


 

“La Virgen concebirá y dará a luz un hijo” (Mt 1, 18-24). En este breve Evangelio, se narran verdades fundamentales de nuestra Fe católica: la condición de María de ser Virgen y Madre de Dios al mismo tiempo, es Virgen porque quien la hace concebir es el Espíritu Santo y no un hombre y es Madre de Dios porque lo que concibe y da a luz no es a una persona humana, sino a la Persona Segunda de la Trinidad, Dios Hijo; la condición de Jesús como Dios encarnado, puesto que su nombre será “Emmanuel”, que significa “Dios con nosotros”, porque Dios, que es Invisible al ser Espíritu Purísimo, se encarna, se une a una naturaleza humana, para ser visible y así el Dios que es adorado por los ángeles en el cielo, puede ser contemplado por los hombres en la tierra; la condición de Jesús de ser Dios encarnado, es decir, verdadero Hombre y verdadero Dios, ya que quien lo engendra para la vida terrena es el Espíritu Santo, que procede desde la eternidad; la condición, por lo tanto, de San José, de ser meramente Padre adoptivo y no biológico de Jesús, por la misma razón, por ser engendrado Jesús por obra del Espíritu Santo y no por obra humana; la seguridad de que las profecías del Antiguo Testamento relativas al Mesías se cumplen en Jesús, porque es Aquel a quien Isaías contempló en visión como Dios Hijo y luego lo vio encarnado por obra del Espíritu Santo y es a esto a lo que se refiere su profecía: “He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros”; por último, la condición de los Ángeles de ser Mensajeros de Dios, lo cual nos da un criterio para discernir una verdadera de una falsa devoción a los ángeles: si los ángeles nos conducen a la Virgen y a Jesucristo, entonces son ángeles de Dios, ángeles de Dios: si no lo hacen, entonces son ángeles caídos.

“La Virgen concebirá y dará a luz un hijo”. Podemos parafrasear al Evangelio y trasladar la escena a la Iglesia, diciendo: “La Iglesia Virgen concebirá y dará a luz un Hijo, Jesús Eucaristía” y esto lo podemos hacer porque la Virgen es figura y modelo de la Iglesia y lo que sucede en Ella sucede en la Iglesia: así como la Virgen concibió en su seno a la Palabra de Dios, Dios Hijo, por el poder del Espíritu Santo y dio a luz al Hijo de Dios encarnado, así la Iglesia concibe en su seno, el altar eucarístico, por obra del Espíritu Santo -que obra la transubstanciación por las palabras de la consagración, prolongando la Encarnación del Verbo en la Eucaristía- a la Palabra de Dios humanada, Cristo Jesús.

No hay religión más asombrosa y plena de misteriosos asombrosos, que la Santa Religión Católica.

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